sábado, 10 de septiembre de 2011

Con Bandas No Hay Paraíso

Foto: Mediotiempo.com
@JoseMFutbol. Empate del Sevilla FC ante el Villarreal en "El Madrigal" en el partido correspondiente a la tercera jornada de liga (oficiosamente la segunda). Buen inicio para los nervionense que, a pesar de tener que superar algunos arreones iniciales que inquietaron a Javi Varas, tuvo en las botas de Manu del Moral primero y de Jesús Navas después, la posibilidad de encarrilar el partido en el primer tramo del mismo. Tras sendos errores en el uno contra uno, ambos acabaron en el muñeco, fue Negredo el que adelantó al Sevilla al aprovechar un rechace tras ejecutar él mismo un penalti bastante mediocre. La pena máxima la provocó una internada de Perotti por el centro recibiendo en el área a espaldas de la defensa y fue conminadas con tarjeta roja para el meta, Diego López.

Tras el gol y con el Villarreal recomponiendo filas con un centro del campo formado por Marchena, Borja Valero y Bruno con Camuñas como enganche y en punta Rossi, fue el turno del dominio del submarino amarillo que prácticamente no soltaría hasta la finalización del encuentro. Fruto de ese dominio llegó el gol de Rossi también de penalti antes de la finalización de la primera mitad.
Ya en la segunda, Garrido arriesgó retirando al central Gonzalo Rodríguez por un punta: Marco Rubén, que pondría el uno a dos a favor de los amarillos.
A cinco minutos del final Alexis, temido ya en Vila-real, cabeceaba para poner el definitivo empate.

En la red circulan ya diversos análisis sobre el partido, el equipo y cada uno de sus jugadores, este es el nuestro:
A nivel individual partidazo de Javi Varas, el canterano sevillista demuestra una vez más porqué merece ser titular en este equipo. En la zaga, el siempre polémico y criticado Alexis tuvo un partido bastante completo (a pesar de las críticas), algunos le atribuyen un error en la jugada del penalti de Navarro, a nuestro juicio el fallo es del mediocampo al no realizar la presión, de hecho da la sensación de que si Navarro no llega a meter la pierna el balón se posaba fácil en los pies de Escudé. El francés estuvo serio, sólo sufriendo en algunas jugadas de córner pero muy correcto. Ambos laterales tampoco rindieron mal, sin excesos eso sí. El mediocampo hoy prácticamente no apareció, Medel y Trochowski (muy desaparecido) bailaron al ritmo que les marcaba el centro del campo del Villarreal. En bandas, más o menos lo de siempre, Perotti muy activo e incisivo al inicio pero apagado con el paso de los minutos. Navas aparece poco pero cuando lo hace suele sacar centros que sacan de quicio a la defensa rival. Arriba, Manu del Moral y Negredo, el jienense poco activo durante el partido tuvo en sus botas el cero a uno, el madrileño demuestra en todas sus acciones el estado de forma por el que atraviesa, le sale todo bien y, si falla el penalti, tiene la fortuna de que el rebote le caiga y la calidad para definir.
Respecto a los cambios podemos decir que Rakitic tuvo un papel bastante destacado los minutos que disfrutó sobre el campo y más teniendo en cuenta el tiempo que llevaba sin jugar. Campaña también aporto, poco se le debía pedir. Kanouté, sin embargo, dió sensación de nerviosismo sin duda influido por la más que cuestionable actuación del colegiado que no dejaba dar un paso al malí sin pitar falta.

Respecto al equipo, el rival de hoy es la mejor muestra de que el juego por bandas del Sevilla es claramente perjudicial y un obstáculo para la progresión de este equipo. Jugamos con dos extremos que parten siempre desde la banda, rara vez participan por el medio y consecuencia de ello es que la única solución ofensiva que se le ocurra al equipo sea la de buscar centros al área o salir a la contra, algo que está muy bien pero que es prácticamente imposible de realizar si te encuentras con seis futbolistas defendiendo en el área.
Al realizar un juego tan directo y de poca creación, la posesión dura muy poco tiempo, algo fundamental cuando vas con el marcador a favor. No hay continuidad en el juego ni posibilidad de sorpresa puesto que el equipo se haya partido por la mitad con seis jugadores (más el portero) que defienden y cuatro que atacan.
El balón nunca pasa por el medio, zona clave sin duda en ataque. El sitio que todo equipo quiere cubrir porque es por ahí por donde viene el más perjudicial de los daños: la posibilidad de presentarse sólo ante el portero. Al jugar por banda nosotros mismos contribuimos al más elemental de los principios defensivos: desplazar al rival hacia las bandas y alejarlo así de la meta. El problema es que el Sevilla lo hace cuando ataca.

La solución pasa por prescindir de las bandas, de la una, de la otra o de las dos, y sustituir a dichos jugadores por otros con distinto perfil (que los hay) como Trochowski, Manu del Moral o Rakitic, sin olvidar una posible aportación de Luis Alberto. En busca de la sorpresa, de los apoyos y de la creación de espacios, es decir, en busca del gol. Dar más equilibrio al equipo pasa por el medio campo y esa podría ser la salvación del Sevilla.

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